1. La exploración

La exploración te dará luz para ver quién eres, cuáles son tus dones, tu talento, dónde estás y donde quieres ir. Identificaremos la autoimagen limitante, como se ha originado y como la sanamos para poder seguir tu evolución personal, aceptando, autoafirmándote y confiando en ti en la vida. En esta exploración nos abrimos a ampliar la narrativa reiterativa que nos recuerda nuestros límites (auto)impuestos y nuestro amor ciego a patrones que no nos hacen bien.

 

Trabajaremos las distintas esferas del yo, para que la comprensión tenga lugar en diferentes niveles de conciencia:

2. La integración

La integración es tan necesaria como el darse cuenta. Es el anclaje en nuestra tierra, nuestro cuerpo que es quien anda nuestros pasos. Que la comprensión haga raíces en nosotros. Porqué las decisiones se actúan desde el cuerpo, hace falta que este se llene de nueva información que no se piensa, se siente, nos mueve y nos lleva en nuestro camino del alma. Llenarnos de nuestra esencia nos permitirá desplegar nuestro potencial interno y desarrollarnos como personas auténticas, conscientes y responsables de sí mismas y de sus acciones en el mundo.

3. Plan de acción

Plan de la nueva acción: llegamos aquí al para qué del trabajo que has realizado, a la materialización del cambio, a la voluntad, a la resiliencia, a la conexión con el entorno, al compromiso con nosotros mismos de no volver a dejarnos atrás, a no hacernos trampas al solitario, al darnos cuenta cuando reaparece el antiguo cuento que ya no te crees. Un espacio para la compasión sin victimismos, a la realidad del día a día, a la manifestación de la nuestra comprensión e integración en objetivos concretos que nos acerquen a lo que SÍ QUEREMOS VIVIR.

El Verdadero valor de un ser humano se encuentra en el grado de liberación de sí mismo que ha logrado.

Albert Einstein